SESION I
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TEMA DE LA SESIÓN
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Civilizaciones mesoamericanas y andinas
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Civilizaciones Mesoamericanas: Cerca del año 2,500 a.C., Surgieron las primeras civilizaciones
mesoamericanas; Los olmecas se asentaron en algunas regiones de Veracruz y Tabasco.
Los zapotecas en las zonas montañosas de Oaxaca. Los mayas en las selvas de
Chiapas, Yucatán y algunas zonas de Guatemala y Honduras. Los Teotihuacanos en
el valle de México. Los mexicas en el lago de Texcoco. La economía de estos
pueblos se sostenía en la agricultura y el maíz era su cultivo principal.
Civilizaciones Andinas: En el mundo andino se sucedieron varias fases en las cuales se alternaron reinos unificadores, por hegemonía indirecta o dominación militar directa, con potencias regionales que emergieron aprovechando determinados vacíos de poder.
La primera de las grandes potencias que parecen
haber dominado la región, es aquella que se consolidó alrededor de Chavín de
Huantar. Una vez derrumbado este núcleo, fue consolidándose poco a poco el
poder de Tiahuanaco, ciudad que controló casi todo el mundo andino gracias a
una vasta red de comercio, y que tuvo su contraparte en la ciudad de Huari,
emplazada en las cercanías del Océano Pacífico.
Otras potencias relevantes a lo largo de la
historia del mundo andino, son el reino de los moche, Paracas, Nazca y Chimú.
La influencia cultural andina rebasó las actuales fronteras peruanas, y se
esparció hacia Chile en una dirección, y hacia Colombia en la otra. En Chile
surgieron culturas urbanas tales como la de los atacameños y los diaguitas. En
Colombia, por su parte, prosperó la cultura de los muiscas, que pronto se
reunieron en señoríos militares, siendo el del Zipa de Bacatá el más poderoso
de todos.
SESION II
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TEMA DE LA SESIÓN
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Mesoamérica
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La región de Mesoamérica se llama así porque se
localiza en la parte central del continente americano. Esta región se
caracterizó por la diversidad de su paisaje, contó con gran variedad de suelos y climas, con
suficientes lluvias, no sólo propicias para la agricultura, sino para producir
excedentes. Las condiciones naturales de esta región fueron
favorables para la vida humana. Además, sus productos naturales eran muy diversos.
La disponibilidad de agua, la fertilidad de la tierra y la variedad de plantas,
ayudaron a que surgieran grandes civilizaciones agrícolas
La diversidad de climas y productos naturales de
Mesoamérica propiciaron el intercambio entre zonas apartadas. Aunque cada
civilización tuvo rasgos propios, el comercio, las migraciones y las
expediciones militares provocaron que unas culturas influyeran en las otras.
Por eso hay costumbres, creencias y formas de trabajo que son comunes a todos
los pueblos mesoamericanos. La aparición de grupos con actividades
especializadas, el fenómeno de la urbanización y la militarización de los
señoríos produjeron un desenvolvimiento social de gran complejidad.
Entre los rasgos comunes se
encuentran:
·
Cultivo de maíz, frijol,
calabaza, chile, chía y tomate.
·
Uso de azada de madera y
bastón plantador o coa.
·
Cocción de maíz con cal antes
de la molienda, que se conoce como Nixtamal.
·
Edificación de complejos
urbanos y basamentos piramidales.
·
Escritura jeroglífica y
elaboración de códices.
·
Grupos especializados en
religión y en comercio.
·
Juego de pelota.
·
Calendario ceremonial de 260 días
y solar de 365 días.
Las
culturas mesoamericanas se han clasificado en cinco regiones. Sin embargo, es
necesario advertir que la relación e intercambio comercial entre las distintas
áreas culturales fue constante. Ellas son:
·
La
Costa del Golfo, en la que se asentaron olmecas, totonacas y huastecos.
·
El
Altiplano central, que poblaron Teotihuacanos y nahuas, entre otros.
·
El
occidente de México, donde se hallan los tarascos o purépechas y los pueblos de
Colima, Nayarit y Sinaloa.
·
La
región de Oaxaca, donde se ubican mixtecos y zapotecas
·
Y
la zona maya.
CONCENTRADO DE
CONCEPTOSSESION
III
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TEMA DE LA SESIÓN
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Los
Olmecas
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Los olmecas fueron los primeros en construir
centros ceremoniales como La Venta, en Tabasco; Tres Zapotes y San Lorenzo, en
Veracruz. La región de la selva húmeda era muy favorable para la agricultura;
las lluvias abundantes y las crecientes de ríos fertilizaban la tierra. Los
ríos al desbordarse, fertilizaban sus riberas con limo, por lo que las siembras
daban excelentes cosechas. Además, el mar les ofrecía peces y mariscos. Y si
esto fuera poco, las selvas aledañas ofrecían una caza variada.
En ese lugar abundaban monos, tlacuaches, jabalíes,
iguanas, faisanes, guajolotes, venados, jaguares y muchos animales más. Los
olmecas consideraban al jaguar una criatura sagrada y lo relacionaban con el
mundo oscuro, frío, nocturno y húmedo de la tierra. Asimismo, lo asociaban con
las cuevas y el ejercicio del poder. El jaguar era la principal figura
religiosa, lo veneraban porque para ellos representaba los misterios y peligros
de la selva, así como la fuerza para vencer los obstáculos de vivir en ella.
Los olmecas, o "habitantes del país del
hule", formaron la primera gran cultura mesoamericana y alcanzaron un gran
desarrollo; llevaban y traían diferentes mercancías para intercambiar, entre
ellas el hule de Tabasco y Veracruz. A partir del comercio y las expediciones,
muchos avances de los olmecas se extendieron por toda Mesoamérica, en lugares
apartados como Guerrero, el Valle de México, Oaxaca y la zona maya. Al pasar
por otras comunidades, enseñaban lo que ellos sabían, por lo que se le reconoce
como “Cultura Madre”, pues las demás basaron parte de su desarrollo en ella.
Gracias a los ríos de su área geográfica los
olmecas desplazaron sus productos con facilidad. Las enormes piedras que
utilizaron para sus esculturas y edificios eran deslizadas sobre balsas por
medio de las corrientes. Los olmecas desarrollaron una relación comercial muy
estrecha con el valle de Oaxaca, la cual fortaleció a las elites zapotecas y
facilitó el desarrollo de Monte Albán.
Los olmecas fueron agricultores, comerciantes,
artistas y grandes constructores. Trabajaron el barro y la piedra. Tallaban
desde pequeñas figuras de jade hasta enormes cabezas de piedra, de más de dos
metros de altura, esculpidas en rocas que traían de muy lejos. El ajuar
doméstico incluía vasijas de cerámica, metates de piedra, petates, canastos y
telas para vestir, elaboradas con hilos de algodón o de fibras ásperas como las
de la lechuguilla o la yuca.
La población vivía en aldeas en torno al centro
ceremonial dentro del cual residían los sacerdotes y gobernantes con sus
familias. Los monumentos olmecas son impresionantes. Los olmecas crearon los
principios de un urbanismo ceremonial, iniciaron el desarrollo del calendario
con los conocimientos astronómicos que lo fundamentan y establecieron una
escritura figurativa. Se piensa que ellos iniciaron los conocimientos de la
numeración, del calendario y de la escritura, como se observa en varios de sus monumentos
y esculturas.
La sociedad estaba compuesta por distintos grupos;
mientras unos cultivaban, otros gobernaban u organizaban ritos para el culto a
los dioses. Las necesidades de aquella sociedad estratificada hicieron
necesario que algunos administraran la producción, impulsaran el comercio y
dirigieran las obras monumentales. Los individuos que dirigían los servicios
religiosos conjugaban asimismo el poder político pues poseían conocimientos
esenciales sobre el calendario y el momento preciso de la siembra.
Entre los años 500 y 400 a.C., los olmecas tuvieron
dificultades y del año 300 a.C. al 200 d.C. su cultura se desintegró; esto
llevó a la transformación de algunos lugares y a la integración de otros con
las nuevas culturas que se estaban formando. En los valles de Oaxaca y México
empezaron a destacar villas que más tarde dieron origen a centros urbanos
importantes.
SESION IV
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TEMA DE LA SESIÓN
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Los
Teotihuacanos
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En el noreste del valle de México, algunos grupos
se instalaron en el valle de Teotihuacán para formar algunas aldeas agrícolas,
aprovechando los manantiales y las tierras fértiles del lugar. Cerca de
Teotihuacán se encontraban importantes yacimientos de obsidiana, cristal
volcánico de color negro usado para fabricar herramientas e instrumentos de
trabajo; gracias a eso, Teotihuacán extendió su dominio a muchos lugares. La
gente del pueblo se dedicaba, fundamentalmente a la agricultura; cultivaba
maíz, frijol, chile y calabaza.
El desarrollo de Teotihuacán fue lento. Hacia el
año 400 a.C., la población constituía un asentamiento de unas cuantas aldeas a
las que se sumarían los sobrevivientes de Cuicuilco, los cuales contribuyeron a
engrandecer la ciudad. Este centro ceremonial alcanzó su máximo esplendor entre
los años 350 y 650 d.C.
La fuerza de la organización Teotihuacana, y de
otras culturas clásicas, derivaba de la religión. En Teotihuacán se veneraron
dioses como: Tláloc (dios de la lluvia) y Quetzalcóatl (señor del viento y de
la aurora), que posteriormente fueron adoptados por otros pueblos.
La grandeza de este Estado teocrático se produjo
gracias al poder político ejercido por los sacerdotes, quienes monopolizaban
los conocimientos, cumplían las funciones religiosas, controlaban la
administración, la producción y el comercio. Teotihuacán fue una gran sede
comercial. Construyó canales para la irrigación de sus parcelas y llegó a
controlar la producción de toda la cuenca de México. Se hicieron grandes
plazas, habitaciones para los sacerdotes, una calle principal conocida como
Calzada de los Muertos y grandes templos dedicados al Sol, la Luna y
Quetzalcóatl. Las paredes de los templos se aplanaban con una masa de yeso y
arena, llamada estuco, sobre la cual pintaban murales. Alrededor del centro
ceremonial vivía la gente del pueblo.
Los artesanos Teotihuacanos fueron muy apreciados
en Mesoamérica; hicieron ollas, platos y vasos que se distinguen de la cerámica
de otras culturas por el color y el decorado. Utilizaron obsidiana y jade para
tallar máscaras, cuchillos, orejeras, collares y figurillas; también trabajaron
la concha y el hueso.
El poderío de los Teotihuacanos se eclipsó
intempestivamente, entre el año 650 y 700 d.C. Teotihuacán sufrió una gran
emigración de la que se desconocen las causas. El único rastro de su cultura se
depositó en los toltecas, los cuales conservaron muchos de sus rasgos y harían
gala de haberse convertido en sus descendientes.
SESION V
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TEMA DE LA SESIÓN
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Los
Mayas
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La zona maya estaba dividida en muchas
ciudades-Estado las cuales eran señoríos. Los mayas habitaron una extensa zona,
que reúne climas diversos, formada por los actuales estados de Tabasco,
Chiapas, Campeche, Yucatán Y Quintana Roo, así como los países centroamericanos
de Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras. Construyeron ciudades y centros
ceremoniales en varios lugares entre los que destacan: Palenque, Uxmal, Chichén
Itzá, Tulum, Tikal y Bonampak
Algunos pueblos mayas vivían en la selva, pero
otros vivieron en zonas secas donde el agua se obtenía de unos pozos naturales
llamados cenotes. Al igual que los demás pueblos mesoamericanos, el pueblo maya
era agricultor; su principal cultivo fue el maíz, el cual era tan importante
que estaba relacionado con sus creencias religiosas, pues pensaban que los
dioses, según el Popol Vuh, habían hecho a los hombres con masa. Además,
sembraron tubérculos como la yuca, el camote, la malanga y la jícama; cultivos
como frijol, calabaza, chile, chayote, tomate, cacao, algodón, henequén y
tabaco.
El auge maya se localizó entre el año 200 y el 800
de nuestra era y un fenómeno semejante al de Teotihuacán hizo que las ciudades
del área fueran abandonadas. Los mayas construyeron ciudades en varios lugares
donde lograron una innovación arquitectónica importante con el uso de la bóveda
falsa. Las casas se ubicaban alrededor del centro ceremonial. Sus templos,
observatorios, juegos de pelota y demás edificios estaban distribuidos sobre
plazas y patios de piedra ornamentados en estuco. Sus bajorrelieves y estelas
se encuentran entre las muestras de arte más bellas. La pintura mural, sobre
todo en Bonampak, revela sus costumbres. La sociedad estaba dividida en grupos
sociales. En la iconografía destaca la distinción entre los personajes
ricamente vestidos y los humildes en actitud de sumisión.
La gente del pueblo era la más numerosa, vivía en
chozas hechas con troncos de árbol, palma y barro. Los artesanos y agricultores
pagaban tributo a sus gobernantes y desempeñaban tareas productivas. Sus
instrumentos eran de piedra pulida. La alfarería y los textiles alcanzaron gran
desarrollo. Además de tejer algodón, aprovecharon el henequén para hacer sacos
y suelas de sandalias. Utilizaron las resinas del copal, el caucho y el chicle
y las propiedades colorantes del añil y del palo de Campeche. El trabajo
agrícola estaba dirigido por los sacerdotes, quienes por sus conocimientos
calendáricos señalaban las fechas apropiadas para cada labor.
La variedad geográfica de la región favoreció el
intercambio y permitió obtener cosas que no se producían localmente. De tierras
guatemaltecas salían maderas preciosas, pieles, plumas de quetzal, copal, jade,
turquesa y obsidiana. Las tierras altas de Chiapas sobresalían por su añil,
cobre, vainilla y ámbar. Honduras se caracterizó por el cacao y los vasos de
alabastro. Yucatán por maíz, sal, cera, algodón, pescado salado, henequén y
plumas de aves acuáticas. Otros objetos provenían del Valle de México, Oaxaca y
la costa del Golfo. La mayor parte del comercio se realizó por medio del
trueque, aunque los mayas utilizaron como moneda algunos artículos como: cacao,
cuentas de jade, conchas marinas, etc. Los comerciantes llegaron a ocupar un
lugar privilegiado en la sociedad.
Los mayas destacaron por su sabiduría. Fueron
excelentes artistas, pintores de murales y escultores. Desarrollaron un sistema
de escritura mediante dibujos o jeroglíficos que representaban ideas, palabras
o sonidos. Además, son reconocidos como magníficos astrónomos y matemáticos.
Tenían un sistema numérico vigesimal basado en el 20, a diferencia del sistema
decimal que se basa en el 10. Además, entendían el concepto de cero y
desarrollaron el sentido posicional, es decir, que el valor del signo dependía
del lugar donde se colocaba.
Fascinados por el cielo y la armonía del cosmos,
los mayas observaron incansablemente el firmamento. Poseyeron construcciones
con fines astronómicos y fueron sabios en el movimiento de los astros. La
religión era el núcleo que daba sentido a su vida y sus dioses eran semejantes
a los de todo pueblo agrícola. Los grandes ritos colectivos tenían lugar en
plazas y patios situados frente a los templos. Los libros de Chilam Balam y el
Popol Vuh nos muestran las historias, leyendas y tradiciones del pueblo maya.
SESION VI
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TEMA DE LA SESIÓN
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Los
Zapotecos
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Desde épocas muy remotas, hacia el año 800 a.C.,
durante el horizonte Preclásico, los zapotecos se establecieron en los valles
centrales del actual estado de Oaxaca. Monte Albán, centro ceremonial
construido en lo alto de un cerro, era la ciudad más importante de la región
oaxaqueña.
Así, mientras Teotihuacán florecía en el centro de
México y las ciudades mayas en el sudeste, Monte Albán dominó los valles hasta
fines del periodo Clásico y, al igual que otras ciudades mesoamericanas, entre
los años 700 y 800 d.C. terminó su esplendor; pese a ello, la cultura zapoteca
continuó en los valles de Oaxaca.
Los zapotecos desarrollaron una agricultura muy
variada que a principios del periodo Clásico daba sustento a numerosas aldeas.
Para tener buenas cosechas rendían culto al sol, la lluvia, la tierra y el
maíz. Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban
obligados a entregar como tributo: maíz, guajolotes, miel y frijol. Además de
agricultores, los zapotecos destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas
las urnas funerarias zapotecas que eran vasijas de barro que se colocaban en
las tumbas.
Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural
y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un
sistema completo de escritura. Por medio de glifos y otros símbolos grabados en
piedra o pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de
ideas y sonidos.
Actualmente, los zapotecos conforman un importante
grupo indígena. Viven principalmente en el estado de Oaxaca, aun cuando hay
pequeños grupos en Veracruz, Guerrero y Chiapas. La región zapoteca se
encuentra en la sierra, en los valles centrales y en el istmo. Desde un punto
de visto lingüístico, el zapoteco forma parte de la familia oaxaqueña y se
encuentra entre las lenguas indígenas con mayor número de hablantes en nuestro
país.
Las grandes ciudades que construyeron los pueblos
agrícolas de Mesoamérica, crecieron y estuvieron habitadas durante varios
siglos. Sin embargo, entre los años 700 y 800 d.C., casi todas ellas fueron
abandonadas. Primero, en Teotihuacán, después en la zona maya y luego en Monte
Albán. A pesar de eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y
El Tajín. Durante este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el
Altiplano, como los de Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero,
Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y
Querétaro, se desarrollaron las culturas de Occidente.
SESION VII
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TEMA DE LA SESIÓN
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Los
Toltecas
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A fines del periodo Clásico, hacia el año 900 d.C.,
los grandes centros ceremoniales fueron abandonados, iniciándose una época de
grandes migraciones, mezcla de pueblos, desorden y guerras, que sólo
terminarían con el establecimiento de una nueva civilización, la de los
toltecas en Tula.
A partir de esta etapa de luchas, en que se
dispersó la población de las antiguas ciudades y llegaron nuevos grupos de
pobladores, se inició lo que los historiadores llaman periodo Posclásico. Este
periodo se caracteriza por la invasión de Mesoamérica por parte de pueblos seminómadas
que provenían del norte, de la vasta extensión de Aridoamérica. Estos pueblos
se asentaron en Mesoamérica, se mezclaron con los antiguos pobladores y
asimilaron muchos elementos de las culturas clásicas. Este periodo comprende
desde el año 900 d.C., hasta la caída de Tenochtitlan en manos de los españoles
en 1521 d.C.; la división es aproximada, pues se trata de cambios que no se
produjeron en un momento preciso sino que fueron graduales.
No se sabe qué ocasionó el colapso de las ciudades
que florecieron durante el periodo Clásico, es posible que varias causas se
hayan conjugado para que los habitantes abandonaran Teotihuacán, Monte Albán,
Tikal y Palenque. Algunos sitios como Cacaxtla, Xochicalco, Cholula y El Tajín
lograron sobrevivir y significaron áreas de refugio.
Como parte del reacomodo demográfico los Teotihuacanos
emigraron y los mayas del centro se trasladaron a la península de Yucatán. Esto
produjo una renovación cultural en el Posclásico, época en la que florecieron
grupos como los toltecas, mexicas, mayas, huastecos, totonacos, tarascos y
mixtecos.
Tribus seminómadas del norte y el oeste comenzaron
a invadir las ciudades mesoamericanas, tal vez atraídas por la riqueza de las
ciudades. Los recién llegados, que eran cazadores-recolectores, se mezclaron
con los pueblos sedentarios, asimilaron muchos elementos de las culturas
clásicas y se adueñaron de sus poblados, conocimientos y tradiciones. Una de
las tribus que irrumpió en Mesoamérica fueron los toltecas, un grupo de habla
náhuatl que sometió a los nonoalcas, descendientes de los Teotihuacanos. Al
mezclarse los invasores, con los habitantes de los valles del actual estado de
Hidalgo, establecieron una gran ciudad.
Tollan ("Lugar de tules"), cerca del río
Tula, fue su capital. Allí levantaron edificios adornados con columnas en forma
de guerreros llamados "Atlantes". También esculpieron figuras de
jaguares, coyotes y águilas devorando corazones. Hacia el año 1,050 d.C., los
toltecas habían convertido a Tula en una gran ciudad, capital de un imperio que
dominaba el centro de México y extendía su influencia a regiones muy alejadas.
En Tula, la función política estaba ligada a la religiosa y el centro urbano
era la sede del gobierno y de la religión.
Los toltecas extendieron su influencia mediante la
guerra y el comercio, tomaron de otras culturas formas distintas de trabajar la
tierra y de construir templos o casas, obtuvieron riqueza y dominaron
territorios. Los pueblos sometidos les daban tributo a cambio de protección
militar. Por medio de la guerra obtuvieron riqueza y dominaron territorios; los
pueblos sometidos les daban tributo a cambio de protección militar. Los
toltecas extendieron su influencia mediante la guerra y el comercio. Los
toltecas recibían artículos tan distintos como: cerámica de Centroamérica y
turquesa extraída del actual Nuevo México. A su vez, los productos de Tula se
han encontrado en lugares tan alejados como Honduras y el sur de Estados Unidos
de Norteamérica. La guerra adquirió, entre los toltecas, mayor importancia de
la que tenía en las culturas que florecieron en el periodo Clásico. Aparecen
militares profesionales que se identifican con ciertos animales como: los
guerreros águila, jaguar o coyote. En adelante, el predominio de los guerreros
se hizo más intenso y el espíritu militarista caracterizó a todas las culturas
del Posclásico. El centro ceremonial de Tula tenía pirámides, habitaciones y
juegos de pelota; y al igual que en Teotihuacán, se trabajaba la obsidiana y la
cerámica. Según un poema, el genio de los artistas toltecas se debía a que:
"ponían su corazón en el trabajo". Los toltecas dominaron un amplio
territorio, pero no por mucho tiempo. Hacia el año 1.200 d.C. su fuerza fue
destruida por nuevos grupos de invasores. El final de Tula se parece al de
Teotihuacán, hacia 1,170 la ciudad y su centro ceremonial fueron prácticamente
destruidos; sin embargo, la influencia de los toltecas sobrevivió en varios
sitios. Tal es el caso de Chichén Itzá, en la región maya en Yucatán, cuya
arquitectura y esculturas, como el Chac-mool, se parecen extraordinariamente
entre sí. La ruina de Tula favoreció la entrada de nuevos grupos al altiplano
que se asentaron en Tenayuca, a Texcoco llegaron grupos nahuas de la Mixteca.
SESION VIII
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TEMA DE LA SESIÓN
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Los
Mexicas
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Después de una larga peregrinación, los mexicas
llegaron al lago de Texcoco provenientes de un lugar llamado Aztlán, por eso
también se les conoce como aztecas. Eran pobres y atrasados, por lo que fueron
mal vistos por los habitantes de los señoríos de origen tolteca ya establecidos
en la cuenca lacustre de México, la gente de Texcoco, Azcapotzalco y Culhuacan
que dominaban esas tierras. Los mexicas fueron sometidos y estuvieron varias
décadas bajo el dominio del poderoso señorío de Azcapotzalco al que servían
como soldados. Estaban obligados a trabajar y pagarle tributo.
No obstante la pobreza del lugar, en 1325 fundaron
México-Tenochtitlan, al encontrar en un pequeño islote en medio del lago, en el
sitio que ahora ocupa el centro histórico de la Ciudad de México, la señal que
según la leyenda les había dado su dios Huitzilopochtli: un águila parada sobre
un nopal devorando una serpiente.
Los mexicas lograron rehacerse a partir de su
tenacidad. Se vieron rodeados de agua y al carecer de tierras cultivables
diseñaron las chinampas. Los lagos y el clima hacían de la cuenca de México una
región fértil donde prosperó la agricultura. Abundaba la pesca y los animales
para la cacería como: venados, conejos y aves. Todo esto permitió que
México-Tenochtitlan creciera.
Hacia 1430, habían asimilado la cultura de los
pueblos avanzados y se habían convertido en un eficiente poder militar.
Atacaron y derrotaron a Azcapotzalco transformándose en uno de los más fuertes
señoríos de la región. Iniciaron una sorprendente hazaña guerrera que en sólo
70 años los haría dueños del más grande imperio en Mesoamérica.
Para liberarse del dominio de Azcapotzalco, los
mexicas se aliaron con Texcoco. Al vencer, se unieron con el señorío de
Tlacopan (Tacuba) para formar la Triple Alianza que se adueñó de la cuenca de
México y después conquistó otras regiones a las que les cobró tributo. El
Anáhuac quedó dividido en tres reinos: Texcoco, Tenochtitlan y Tacuba.
Los mexicas conquistaron el centro de México,
Veracruz, la costa de Guerrero, parte de Oaxaca y dominaron el territorio de
Soconusco, en los límites con Guatemala. Sólo unos cuantos pueblos lograron
resistir el empuje mexica. Los purépechas, los yopes, los tlaxcaltecas y
algunos señoríos mixtecas.
Moctezuma Ilhuicamina gobernó de 1440 a 1469,
extendió su territorio y trajo a Tenochtitlan arquitectos de Chalco y orfebres
de la Mixteca. Sólidos edificios de piedra sustituyeron a las antiguas chozas
de paja. Bajo el mando de los jefes que le siguieron el señorío mexica continuó
su expansión. En menos de dos siglos los mexicas habían pasado de la miseria al
esplendor: Fueron herederos de una antigua tradición cultural, a través de Tula
y de los toltecas habían heredado el modelo Teotihuacano de gran ciudad.
En náhuatl los jefes recibían el título de
"tlatoani" (el que habla) y el gobernante supremo era el
"Hueitlatoani". Por su afán de conquista la guerra fue una actividad
muy importante. Los mexicas creían que los dioses se habían sacrificado por los
hombres, que su sangre les había dado la vida y que el sol se alimentaba con
sangre de los corazones humanos, por eso sacrificaban a muchos prisioneros.
Los mexicas tuvieron especial interés en la
educación, niños y niñas eran cuidadosamente educados desde su nacimiento. En
los primeros años al padre le correspondía educar al niño y a la madre la niña.
Cumplida la educación familiar, los nobles iban al Calmécac y los demás al
Telpochcalli. La enseñanza en el Calmécac incluía la interpretación de los
códices, los conocimientos calendáricos, la historia y las tradiciones. Allí se
formaron los pintores de códices, los médicos y los constructores. En el
Telpochcalli la educación era más técnica y elemental, se aprende sobre la
religión, las artes de la guerra y algunos oficios.
SESION IX
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TEMA DE LA SESIÓN
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Civilizaciones
antes de los Incas
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CULTURA CHAVÍN
Se desarrolló en el departamento de Ancash,
provincia de Huari, a orillas del río Mosna a partir del 1,200 a.C. hasta el 300
a.C. Es considerada como la cultura matriz, del maíz, del Perú y fue descubierta
por Julio C. Tello.
Tuvo una agricultura avanzada, siendo el cultivo
fundamental el maíz, acompañado por el ají, calabaza, algodón, yuca, pallar,
papa, frijol, etc. Desarrollaron la tecnología hidráulica relacionada con la
astronomía. Fue una sociedad teocrática, porque las clases tenían un origen
divino, donde la casta de sacerdotes tenía poder y dominaban a las otras
clases. El poder también tenía un origen divino ejercido por los sacerdotes,
desde el templo.
El más importante centro ceremonial fue Chavín de
Huántar, pero son de esta etapa los centros de Garagay, Cerro Blanco, Caballo
Muerto, etc.
CULTURA NAZCA
Se desarrolló en el departamento de Ica, en la
cuenca del río Grande, pero su influencia lo encontramos en Chincha, en Acarí
(Arequipa) y en Ayacucho. Se considera que se desarrolló aproximadamente entre
200 a.C. a 600 d.C. y fue descubierto por Max Uhle en 1901.
La ciudad de Cahuachi fue su capital, con más de
100 hectáreas de superficie, construida con adobes y con paredes de quincha.
Se desarrolló en una zona de desierto, con un clima
seco y cálido, que obligó a los Nazcas a dominar el medio desarrollando obras
de irrigación con galerías subterráneas con más de 5,000 m. que podían irrigar
2,000 hectáreas; siendo la agricultura su actividad principal.
Fue una sociedad militarista y nobiliaria. Hubo
diferencias entre la élite y las clases populares. Fue militarista, tuvieron
una política expansiva, básicamente en busca de nuevas tierras de cultivo, más
allá de su territorio, por lo que desarrollaron la guerra y tuvieron la
costumbre de coleccionar las "Cabezas - Trofeo", por razones mágico -
religiosas.
Crearon ciudades, con barrios, viviendas,
edificios, como la ciudad de Cahuachi, Tinguiña, etc.
CULTURA MOCHE
Se desarrolló en los actuales departamentos de
Lambayeque y La Libertad, que comprendían los valles de Moche, Chicama, Virú,
Nepeña, siendo una de las zonas más fértiles del Perú. Sus antecedentes se
encuentran en Salinar y Gallinazo. Fue descubierto por Max Uhle y se considera
que se desarrolló entre 200 a.C. hasta 600 d.C. Su capital fue la ciudad de
Moche.
Desarrollaron una agricultura de alto nivel,
cultivaron maíz, frijol, pallar, camote, maní, papa, ají, calabaza, yuca, etc.
Con una tecnología agrícola hidráulica superior. También dominaron el mar para
la pesca y recolección de productos marinos.
Fue una sociedad estratificada en clases, donde los
militares y sacerdotes ocupaban lugares de privilegio, mientras que los
trabajadores agrícolas, artesanos, se encontraba en la base y en situación de
pobreza. Se organizó como un reino teocrático, señorial y militar, en el que
los sacerdotes tenían mucho poder y se dedicaban al culto y a la guerra, pues
era una sociedad muy violenta.
En base al adobe, construyeron los templos de forma
piramidal, denominados la "Huaca del Sol" de 40 m. y "Huaca de
la Luna" de 20 m. de altura.
LA CULTURA TIAWANAKO
En muchos textos consideran a esta cultura del
intermedio temprano, como Wari-Tiawanako, lo cual es un error porque Wari
pertenece al Horizonte Medio y no se desarrolló junto a Tiawanako, salvo los
aportes que fueron heredados a Wari.
Se desarrolló al Sureste del Lago Titicaca, a 3,780
m.s.n.m., en el actual territorio de Bolivia, pero su influencia llegó hasta el
sur del Perú en Tacna, Moquegua y Arequipa y por el norte hasta Ayacucho, aproximadamente
entre los 100 años d.C. hasta los 700 d.C.
Utilizaron el sistema del "Control Ecológico
Vertical", planteado por John Murra, es decir el dominio da varios
"Pisos ecológicos", que consistía en el dominio de otros lugares,
zonas, "Archipiélagos" o "colonias", para complementar la
producción diversificada, procedentes de diversas regiones. Así en el altiplano
se producía papa, olluco, quinua, así como ganado, en los valles, el maíz,
algodón; así como pallar, frijol; en la costa de Tacna, Moquegua, Arequipa y
recursos marítimos entre Camaná-Iquique.
En las zonas altas desarrollaron la técnica de la
deshidratación de alimentos como el chuno y el charqui.
La clase social principal fue la de los Sacerdotes,
que controlaban a las otras clases sociales en base al culto a sus dioses. Fue
un sistema teocrático, pues el poder estaba en manos de los sacerdotes y tenían
el dominio de la población y el territorio de su influencia, en base al culto
del dios Wiracocha. Su religión fue muy importante en el mundo andino, siendo
el dios principal Wiracocha, que era el creador y era muy bueno.
Su arquitectura fue monumental, construida en base
a piedra, en la que destacan el palacio de Kalasasaya, la pirámide trunca de
Akapana y Pumapunku. La más importante es Kalasasaya por la "Puerta del
Sol", que es un monolito de 4 metros de largo y 2.18 de ancho, donde está tallada
la imagen del dios Wiracocha, rodeado de 48 geniecillos alados.
CULTURA
WARI
Luego de haberse desarrollado varias culturas
regionales, se inicia una etapa de unificación alrededor de una ciudad
dominante: Wari. Es el inicio de un proceso de centralización y expansión que
corresponde el Horizonte Medio, considerado como una cultura pan-peruana, para
otros el "Primer Imperio Andino" o "Imperio Wari".
Su capital fue la ciudad de Wari, cuyos restos se
encuentran a unos 23 km. de la actual ciudad de Ayacucho, capital de la
provincia de Huamanga y del departamento de Ayacucho.
Se desarrolló entre 700 d.C. hasta 1,200 d.C., es
decir una cultura que predominó durante 500 años.
Conocemos que en la región de Ayacucho, entre 0-600
años d.C. se había desarrollado la "Cultura Warpa", tuvo relaciones
con la cultura Nazca, que dejó sus huellas a través de la hermosa cerámica
polícroma, el tejido y la técnica de la guerra, expresada en la costumbre de
las "cabezas-trofeo"; y al mismo tiempo recibió la influencia de la
cultura Tiawanako con su escultura, la cerámica, la orfebrería y con su religión,
el culto al dios Wiracocha. Estas relaciones posibilitaron el surgimiento de
Wari.
La economía se basó, como en todas las culturas
andinas, en la agricultura y ganadería, pero también se caracterizó por el
desarrollo de las artesanías, que se concentró en la capital y algunos otros
centros urbanos, que se especializaron en algunas artesanías. Es decir la
economía de la ciudad era diferente a la
del campo, pero entre ambos se
realizaban intercambios de producción, en condiciones no tan equitativas.
La base social fue seguramente teocrática, que
luego devino en militarista, para el control de un territorio tan grande. En
cada región se fundó una ciudad Wari que servía de control
político-administrativo, como Pikillaqta en el Cusco, Jincamoco, Waywaka, al
sur, Wari-Willka en el centro, así como Hatun Huaylas y Calpish en Ancash, así
como Wiracochapampa al norte y Pachacamac en Lima. Además contaron con un ejército
fuerte y con una red de caminos muy eficaces y es posible que los caminos Incas
en sí, fueron construidos aún en la época Wari.
En su religión adoptaron y rindieron culto al dios
Wiracocha, que era originario de Tiawanako, pero lo importante es que lo
difundieron a los pueblos conquistados, reproduciéndolo en sus tejidos y
cerámicas.
SESION X
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TEMA DE LA SESIÓN
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Los
Incas
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Inca es una palabra que
proviene de la lengua quechua, y quiere decir "rey" o
"príncipe". Es el nombre que se daba a los soberanos precolombinos de
Cuzco, que establecieron un vasto imperio en los Andes en
el siglo XV, muy poco antes de la conquista española.
Los Incas eran grandes
conquistadores, su imperio estaba ubicado en América del sur. Iba desde el norte
de Chile al sur de Colombia, cubriendo los territorios actuales de Bolivia, Perú, Ecuador hacia el Pacífico. Su territorio se situaba en
parte sobre la cordillera de los Andes.
Pero el nombre también se
aplica a todos los súbditos del Imperio Inca. Los incas establecieron la última
y más desarrollada de las antiguas civilizaciones andinas.
Para poder administrar mejor un territorio tan extenso, los
Incas lo dividieron en cuatro regiones que partían desde la capital, Cuzco significaba "ombligo". Chinchasuyu,
Antisuyu, Contisuyu y Collasuyu. Estas zonas se dividían en provincias y
ciudades, compuestas por "ayllus".
La economía Inca, dirigida
por el estado, era sobre todo agraria, y se basaba en cultivos como
la papa y el maíz.
Las tierras pertenecían
al estado y se repartían cada año entre diversos
estamentos sociales. Pues no existía la propiedad privada.
A la aristocracia se le
entregaban las mejores tierras, que eran cultivadas por los peones o purics.
La ganadería era también muy importante. Destacaban los
rebaños de llamas, alpacas y vicuñas, que procuraban carne, leche y lana, y se utilizaban también para el transporte.
El comercio no tuvo gran desarrollo, pese a la construcción de una extensa red de caminos, debido que se desconocía el uso de
la rueda. Tampoco se conocía la moneda, por lo que se pagaba mediante trueque
o trabajo.
La principal función integradora de esta sociedad estratificada la desempeñaba la religión; rendía culto a Viracocha, héroe-civilizador, al
dios-sol Pachacamac, simbolizado por el Inca, y a otras divinidades menores
como Quilla, que era la diosa de la luna. A los espíritus maléficos los
llamaron "Zupay", y a los que hacían el bien "huincha".
Contaban con un vasto clero
y sacerdotisas, dedicadas enteramente al culto, a oír confesiones del pueblo y
la nobleza, y a dictarles penitencias, pero sobre todo a regir el trabajo agrícola a través
del calendario ritual que seguía el ritmo de las estaciones, como si
las marcase y determinase por las autoridades imperiales.
La mayor preocupación de
los habitantes del ámbito andino prehistórico fue lograr la
mayor producción agrícola posible. La configuración del país fue
un constante reto para la población que tenía que vencer vastos desiertos costeros,
quebradas abruptas en la sierra, unas extensas cubiertas de ichu, pasto típico
de la gran altura y selvas hostiles. Para cada uno de aquellos medioambientes
tan distintos unos de otros tuvieron que idear técnicas apropiadas de cultivo y
aprovechamiento.
El Imperio Inca fue el más
extraordinario de las civilizaciones de América, el de más impulso y el más
organizado. Su dominio abarcaba desde el Norte de ecuador hasta Chile
Central; tenía un largo de 4,800 kilómetros y un ancho de 460 kilómetros. Su
capital se llama Cuzco, que en lengua quechua significa "ombligo del
mundo", para la época de la llegada de los españoles tenía 100,000 habitantes
y su Dios principal era el Sol, llamado "Inti" (así se llamó la
segunda moneda peruana).
La fundación del Imperio se
le atribuyó a Inca Manco Cápac en el siglo XIII. El último emperador fue
Atahualpa, ejecutado por Pizarro en 1533 en la ciudad de Cajamarca. Su invasión
en ese mismo año, y en el año de 1535 el 18 de enero fundó la ciudad de Lima.
SESION XI
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TEMA DE LA SESIÓN
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Mexicas
e Incas
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CARACTERÍSTICAS
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MEXICAS
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INCAS
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Estructura social
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Separada por clases
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Separada por clases
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Unidad de organización social
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Calpulli
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Ayllu
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Sistema de producción
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Familiar con compromiso colectivo
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Familiar con compromiso colectivo
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Economía
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Agricultura
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Agricultura
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Religión
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Politeísta sin un dios dominante
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Politeísta con un dios dominante
(Dios principal era
el Sol, llamado "Inti")
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Política
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Gobiernos teocráticos
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Gobiernos teocráticos
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Educación básica
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Familia y centros educativos
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Familia
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Concepción de la muerte
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Creían en la vida después de la muerte,
enterraban a sus muertos y les rendían culto
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Creían en la vida después de la muerte, enterraban
a sus muertos y les rendían culto
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Escritura
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Ideográfica (códices)
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Quipu (sistema de numeración)
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Conquistador
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Hernán Cortés
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Federico Pizarro
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Ciudad principal
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Tenochtitlán
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Cuzco
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SESION XII
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TEMA DE LA SESIÓN
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El
Mercado
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De
acuerdo con los relatos históricos, trece años después de la fundación de
México-Tenochtitlan, una parte de la población original, decidió fundar su propia
ciudad hacia 1338, Tlatelolco.
Con el tiempo, ambas
ciudades tomarían distintos rumbos. Tenochtitlan se convertiría, con base en el poder militar, en
la capital más importante de Mesoamérica, ejerciendo su fuerza y dominio sobre
una amplia extensión del actual territorio mexicano. Por su parte, Tlatelolco se transformaría en
una dinámica ciudad comercial, y su mercado, en el primer centro de intercambio
del área, al cual arribaban toda clase de productos y mercancías.
Los iniciadores de la
actividad cambiaria y del éxito del comercio en general durante la época mexica
eran los pochtecas,
individuos especializados en el comercio a larga distancia entre las distintas
regiones que integraban el imperio mexica e incluso más allá de sus fronteras.
Así también, otro sector del grupo de los pochtecas vendía e intercambiaba sus
materiales y productos en el gran
mercado de Tlatelolco, su ciudad capital. En aquel tiempo el intercambio
se hacía por trueque directo, ya fuera ofreciendo un producto por otro, o bien,
cuando se trataba de objetos de gran valor, cambiándolos por cacao, por oro en
polvo —en canutos—, o por hachuelas de cobre y ciertos textiles que funcionaban
como una especie de moneda.
Estos pochtecas se regían
por sus propias leyes jurídicas y comerciales, y para dirimir sus diferencias
contaban con tribunales específicos. Frecuentemente los comerciantes
desempeñaban las funciones de embajadores o emisarios, y hasta de espías,
describiendo los ricos territorios que fueran propicios para futuras guerras de
conquista.
Los pochtecas, como altos
miembros de la sociedad tlatelolca, poseían también privilegios que los
diferenciaban del resto de los sectores administrativos del Estado. Un aspecto
de esa distinción era el religioso, ya que tenían sus propios cultos y
ceremonias, dedicadas principalmente a su dios patrono: Yacatecuhtli, cuyo nombre deriva de la
raíz náhuatl que identifica a la nariz, significando con ello que él iba al
frente de las expediciones.
El gran mercado o tianguis
de Tlatelolco se ubicaba al suroeste del Templo Mayor de la ciudad; en efecto, esta importante
institución de carácter económico operaba en un gran espacio al aire libre
donde se reunían compradores y vendedores; había alrededor numerosas
habitaciones que eran utilizadas como bodegas y depósitos.
Para mantener el control en
el interior del mercado, los tres
gobernantes del tianguis cuidaban que todos los puestos estuvieran
perfectamente ordenados conforme a los productos que se intercambiaban. Por un
lado estaban los vendedores de animales, quienes ofrecían xoloizcuintles, o
perros de los antiguos mexicanos, conejos, mapaches, armadillos, tejones y tortugas;
mientras que otros vendían pájaros con plumajes de gran colorido; allí también
podían obtenerse aves de rapiña, serpientes y carne de venado, siempre
presente en los banquetes de la nobleza.
En otra sección del mercado
estaban los puestos de comida preparada, donde las diligentes cocineras
palmeaban las nutritivas tortillas que acompañaban los guisos de frijoles y
chile; ellas ofrecían además tamales y atole, así como ricos tlacoyos rellenos
de haba y frijol. Estas rudimentarias fondas satisfacían las necesidades tanto
de los vendedores como de la clientela en su cotidiana visita al mercado.
Traídos desde las costas,
los pescados eran ofrecidos sobre hojas de palma que los mantenían frescos;
conocido es, a través de las crónicas históricas, el gusto que Moctezuma tenía por este tipo de alimento, el cual
llegaba diariamente a su mesa.
Los jitomates, la chía, el
maíz en grano o en mazorca, los frijoles, las calabazas y, naturalmente, los
chiles, se ofrecían a la clientela en puestos especializados en vegetales y
legumbres, lo mismo que la fruta, traída principalmente de las tierras
calientes, donde el clima era propicio para su crecimiento y maduración.
Había en el mercado gente
dedicada al transporte de las mercancías, eran los tamemes o cargadores,
quienes realizaban su pesada labor sosteniendo sobre sus espaldas el
cargamento, ayudados de cestas y costales.
En este mercado nativo se
hallaban también los puestos donde se expendían toda clase de hierbas, animales
y diversos polvos, e inclusive rocas, que se utilizaban con fines medicinales;
ésta era la sección donde los curanderos mexicas practicaban sus artes
terapéuticas. Además, con dichos materiales y sustancias también se realizaban
actividades de hechicería.
El tianguis de Tlatelolco era además el principal
centro de reunión del pueblo; allí acudía la gente a enterarse de las noticias
más sobresalientes de los alrededores y a verse con los amigos; y era asimismo
el lugar a donde iban los padres de los jóvenes y los casamenteros a buscar,
entre las jóvenes solteras, la futura esposa de sus hijos; con algo de suerte,
los asistentes al mercado podrían encontrarse incluso con el joven transformado
en Tezcatlipoca, quien ricamente vestido paseaba por el lugar,
custodiado por sus ayudantes y guardianes; este personaje sería durante todo un
año la imagen viva del dios.
SESION XIII
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TEMA DE LA SESIÓN
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La educación de los Incas.
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Los jóvenes nobles
estudiaban en el Yachaywasi (casa del saber), ubicado en el
Cusco. Estaba dirigido por los Amautas en todo lo concerniente a la preparación
intelectual. El arte corría a cargo de los Haravicus o artistas. Existía, pues,
un equilibrio educativo.
Para su enseñanza, el educador incaico utilizaba la palabra en la lengua general del Imperio o Runasimi. Sin embargo, se mantuvo viva la lengua local o Wawasimide en los pueblos vencidos e incorporados al Tawantinsuyu. La enseñanza oral se completaba con otra enseñanza de tipo práctico, utilizando un material objetivo para fijar los conocimientos.
Las primeras instituciones educativas fueron creadas por Inca Roca y perfecionadas por Pachacútec.
Al lado de la educación masculina existía una educación femenina, dada por las Mamacunas en el Acllawasi. Era una enseñanza práctica, predominantemente doméstica. El principal Acllawasi funcionaba en el Cusco. Existían otros en poblaciones principales del Imperio.
La posición social del educador fue elevada, hecho que contrasta con la del pedagogo griego que fue, por lo común un esclavo. Como tipo social, al Amauta es un ejemplo en la historia universal. El educador tuvo un rango mayor en el incario que durante la época colonial y republicana.
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